lunes, 8 de octubre de 2018

12

padre olvida su nombre, sus manos azul cuervo golpean la yegua que compró

domingo, 17 de diciembre de 2017

13

el primer copo de nieve en la frente es la verdad, la llama blanca, la muerte al respirar

martes, 6 de diciembre de 2016

14

los troncos ardiendo, la boca espesa de plumas y agujas, nuestro futuro puesto a prueba en cada hilo que tejen sus manos

miércoles, 2 de noviembre de 2016

15

madre y padre respiran la arcilla dorada, pelean mi forma y mi olor, el azul brillante de mis dientes apretados, la choza en la que arderé siete semanas después de

la central térmica entre los muslos, las nubes de vapor y neón a diez kilómetros de altura, las contracciones en el parto, el mar muerto derramándose en su rostro

miércoles, 6 de julio de 2016

16

quién bendice la ciudad que abandonamos
quién nos culpa

nuestras hijas ardiendo
después de la fiesta
de disfraces

a los lobos

sábado, 30 de mayo de 2015

17

lealtad contra
la carne blanda, mi propia
miseria, los muros de neón
en llamas

contra

la suma de hipótesis, la manera de entender
las piezas dispuestas, la grava
cada diente de leche en el camino
el barro de rezos

contra

todos los insectos
las gargantas de cueva, las putas
que viven como espejos o lágrimas
dentro de uno

contra

la arrogancia y la saliva
en el corazón sediento
el perdón que no llega, el alambre de espino
a través de camisas hiladas
con fósforo ardiendo

sábado, 23 de mayo de 2015

George Stinney Jr.


jueves, 7 de mayo de 2015

Desaparecer

Allí anidaron palomas: en el interior de las máquinas,
en la casa bajo el río, en el hombre enfermo
abriéndose paso en

la caída, la humareda de los días, las voces sudorosas, la fruta golpeando en el recto.

viernes, 1 de mayo de 2015

Pedir perdón

Mientras duerme, hablan las cenizas:

ahí están las vísceras del ciervo, la cuerda de cristal,
el laberinto en la garganta,

la nada encima de la nada
y el trofeo.

martes, 28 de abril de 2015

Mapa

El suelo de cemento se levanta y deja lagunas de polvo áspero sobre las que crecerán las ciudades sin dios, los huesos de los hombres, el sueño en las ballenas.

sábado, 4 de abril de 2015

Admiración

Allí no encontrarás nada de mí, dije, tan sólo un cuerpo en el hielo,
el que usé mientras esperaba

la señal para volver, el camino despejado.

viernes, 3 de abril de 2015

En abril

Palomas comulgando en un charco de vómito rosa. Reconocer allí, entre los trozos de carne de cerdo, lo que uno sueña un viernes, la educación de nuestros padres, los procesos idénticos que nos convierten en vertederos

aterciopelados por el polen.

miércoles, 4 de marzo de 2015

Parir

El suelo del caserón se ondula bajo nuestros pies, burbujea,
se tensa sin miedo:

la vida que se esconde bajo la alfombra de hule

o en el sótano o en la tierra
nocturna
que precede al barranco

sólo quiere ocupar nuestro lugar, nuestro
aullido.

domingo, 11 de enero de 2015

El milagro de la vida

El mago clava la daga en el vientre de su hermano, un ángel de dientes grises algunos años mayor. El vientre abierto se derrama sin freno ante la mirada horrorizada de la madre en el aparcamiento vacío del centro comercial.

Ella siente que sus bronquios son amapolas atrapadas en hielo y se deshacen al gritar.

La bóveda celeste se desploma dentro del hombre. El asfalto, virgen aún, se marea de sangre. El olor ahoga los puños, incapaces de contener la cascada de intestinos y peces y saliva sobre las grandes bolsas de plástico con los regalos de Navidad para los cachorros que esperan

aquí.

domingo, 4 de enero de 2015

Oración

El humo —el humo de nuestras hijas y madres, nuestro humo respirando humo— ahora se eleva en una columna mansa y caliente, preña el cielo de estorninos eléctricos, cada demonio gris

en la piel del hombre bueno.

sábado, 3 de enero de 2015

Fiebre

Me habitan gaviotas, me
despedazan por dentro,
entienden que soy
poco más
que un rastro enfermo.

domingo, 21 de diciembre de 2014

La caza del urogallo

El agua helada duerme
mientras cruzamos el bosque de helechos.

Las voces se acercan,
el aire lame la montaña,
el animal se esconde

a nuestro paso.

sábado, 29 de noviembre de 2014

Alimento

Y sobre la nieve, hasta la orilla, huellas anudándose. Abro
las manos: las cenizas de mi madre

se elevan,

preñan
las estrellas

que respiro.

viernes, 28 de noviembre de 2014

Obediencia

Alineados junto a los cincuenta y cinco
kilómetros de carretera, parterres de carne
humana

que vestimos, maquillamos,

antes de habitarlos por última vez
y para siempre.

jueves, 20 de noviembre de 2014

Jedwabne

Nuestros vecinos nos enterraron en el bosque, ocuparon nuestras casas, araron nuestros campos y bebieron nuestro amor por Dios, comieron de nuestros animales, mearon y cagaron,

vaciándose como nunca antes,

sobre nuestra sangre y nuestras voces, los hijos y las madres, las vidas, las cenizas después del incendio.

martes, 18 de noviembre de 2014

Cenábamos

Mastico en silencio, lentamente, cada uno de los nueve trozos iguales en los que he cortado la carne, trago el sufrimiento del animal abierto en el matadero, me chilla por penúltima vez en la garganta, preñándomela de carne, cerdo desangrándose sobre el suelo de baldosa blanca y en la copa con la que brindaré, brindaremos, en un movimiento levemente pendular alrededor de un desagüe oxidado y sucio en los bordes, por nosotros y vosotros y el triunfo de nuestra triste visión del amor. Pienso, sin poder trazar líneas claras que unan todos los conceptos en una misma red de asfixia, en mi madre dando a luz durante treinta interminables horas, agotada hasta la locura; en mi padre mintiendo al pronunciar su nombre, incapaz de decir quién es, a qué rutinas obedece, de qué pieles es esclavo; en cuerpos que amé y ahora, aquí, en la sala de despiece en la que se ha convertido nuestra vida, se arquean para siempre en la luz que escupo, tensándose hasta estallar; en el sueño que derrumba ciudades dormitorio, demoliciones controladas de mí mismo

que levantan huracanes de polvo cancerígeno, bulbos grises y calientes que desembocan como ríos de estruendo en la conversación de mínimos, vaivén de palabras goteando encima de la mesa, sobre los finos manteles de celulosa con manchas de aceite como constelaciones transparentando la madera, migas que no ayudan a encontrar ningún camino de vuelta a casa a través de ningún bosque de voces y miradas y gestos repetidos en una coreografía que podría calcarse a golpes de pico en la piedra negra que nos rodea día tras golpe tras año tras vida, un buen saco de mentiras que tiene como único objetivo seguir haciendo acopio de bienes inservibles comprados en tiendas de moda a precios irrisorios de verdad, la acumulación de grasa inútil dentro del cuerpo como una perfecta estrategia de camuflaje, el acto de defecar como la cúspide de nuestro amor por el prójimo: pequeños llorosos dignos de anuncio mientras envejecemos y engañamos, ofreciéndonos

a la serpiente en jornadas interminables y cartografiadas hasta la náusea, un archipiélago en el que seguir a la deriva, convencidos de la notable fuerza de nuestras vidas, papel mojado con el que limpiar las manos sucias de culpa, el barro de los pies después

de cruzar los días y el desierto, por vosotros y nosotros y que sea siempre así,

amén.

viernes, 7 de noviembre de 2014

Enfrente

La bala deja una espiral de carne y luz,
ahí, atrapada en el aire que respirarán

mañana, vidas después,

los puercos y los niños,

cada madre,

hasta reconocerme.

lunes, 3 de noviembre de 2014

Altar

Como yo mismo me entierro en la mujer
que duerme a mi lado, abuso de ella,

la rompo,
la mancho hasta quemarla,

cavando con furia en la tierra
sin culpa,

desangrándola como se desangran
los terneros:

en bacinas de plata
caliente,
envuelta de temblores.

Desapego

Mi padre viola a mi madre
 —yegua,
ni para ésto sirves—,
cada noche
desde hace cuarenta o cien años
contra la pared helada de la habitación
del fondo.

Al otro lado, la hiedra se seca
mientras ella escupe lágrimas y semen,
pieles de serpiente,

se hunde en los relámpagos.

Son minutos agónicos en los que
sólo nosotros cuidamos de nosotros,
una pequeña camada de animales mansos,
incapaces de escoger un camino
distinto
al reservado a los más débiles.

domingo, 26 de octubre de 2014

Plegaria

Sueña, desentierra, nos regala
luz en piedras,

otra vida,

compasión.

Consecuencia

Sigue en la carne tumefacta, somnolienta, hinchada de pus, envuelta en plástico y en imágenes borrosas de Jasenovac o cualquier otro infierno que alguien imagine. Una herida invisible que fermenta en la mano sobre el corazón ausente, en las mareas que acarician la garganta y los bronquios, iluminando el cielo de la boca sobre el alambre de púas y el Modé Aní en voz baja, clavándolo en el pecho, los túneles bajo la piel tensa y la jauría de voces allí donde duelen los clavos y el óxido, cada miembro amputado y enterrado entre las hojas secas, a la vista de los niños en el horno.

lunes, 20 de octubre de 2014

Contagio

Dormir. Despertar. Doler. Volver a dormir. Volver
a despertar. Volver a doler. Corrientes submarinas
atravesando el cuerpo hasta el hueso o la pared
blanca. Recordarlas. Nombrarlas en silencio,
lamiéndolas a martillazos lentos en la frente. Sombras
en el llanto de uno cuando nadie quiere y a nadie
le importa. Los síntomas: fiebre que no es fiebre
pero que quema como queman la culpa
y el ácido, manchas envenenadas en la piel, asfixia,
diarrea, miedo, miedo a todo —niños de dientes
afilados; la amistad, el compromiso
y la impronta; la vida domesticada, dócil,
aquí y ahora; el futuro, después de nada—,
una incapacidad creciente para caminar en línea
recta, para afrontar los días sin mentir, para hablar
en lenguas y respirar en círculos. Empapar
las sábanas y la luz cuando se enciende, el ruido
del extractor en la cocina. Caminar sobre los insultos
que llegan desde cualquier habitación contigua o
desde la yegüa despanzurrada en la carretera que
bordea el bosque de coníferas o desde
las manos borrachas de saliva y cementerio. Caminar
siguiendo peces de plata y cabellos humanos, el rastro
de sueños que respiran, el hambre a medianoche,
las voces que gritan dentro de uno peleándose
por lo correcto, por un sorbo de agua, por un minuto
más soportando el peso del mundo con los ojos
hartos. Sentir en ese preciso momento cómo
el sexo se rompe sobre un vientre gemido
de estrellas. Sentirlo a golpes sucios, con imágenes
residuales en las que los píxeles escupen, sin orden,
embestidas coléricas de cuerpos contra cuerpos
dentro de cuerpos hinchados de más cuerpos, manchas
ásperas en las que otros cuerpos decapitan otros
cuerpos, el drama de la fe rodando por el suelo
polvoriento. Sentir como se sienten las venas llenas
de alcohol, de consignas blandas y vacías sobre la
importancia de una rutina, de neones que recuerdan
nuestras fronteras mentales, sentir como se siente
la tierra de nadie, los tumores en las confidencias,
la purpurina del sábado como síntoma inequívoco de
felicidad, la boca llena de orín como la muestra
de amor más grande jamás soñada, volver a empezar
ahora que el sueño muerde y arranca la carne
y el látex.

sábado, 18 de octubre de 2014

Embiste

Caigo entre sus piernas negras de hojarasca y cera, con nieblas

que atropellan

la vida cómoda
en esta casa de muñecas. Recorro sus túneles, siento

cómo,
rompiéndolo todo,

el gas

cala

lo que nunca seré.

jueves, 16 de octubre de 2014

Germinar

Un arco de nieve y leche, sueño de ángeles

de oro
que se alza,

majestuoso,

de entre nuestros restos
calcinados.

miércoles, 15 de octubre de 2014

Aquí y ahora

Escenas de cacería en el bosque de Rumbula. Formamos —mi hermana, sus padres y hermanos, sus hijos y amigos, cada buen vecino en esta ciudad pequeña— parte del mismo lecho manso de carne y grasa, de la misma tierra fértil y ahora vencida y agria, de la misma ira del hombre entre los árboles y la piedra sin pulir.

La humedad caerá lentamente sobre nosotros, nudos que antes nos amábamos. El invierno cortará hilos de luz voraz en las costillas de mi hermana, oraciones y susurros que desaparecerán antes del verano en tormentas de sueño y hierba, moscas humeantes en la piel mordida.

domingo, 12 de octubre de 2014

Ceremonia

El animal que menstrúa

jadea, escupe, se nubla y derrama

con cada puño de hollín
que entra y escarba

pétalos

en la herida
ardiendo.

viernes, 10 de octubre de 2014

Olvido

La guerra clava sus huesos, astillas y recuerdos
en mi carne,
me acaricia hasta que dejo

de respirar y me elevo

de entre las hadas
y los lobos.

Espera

Mi cabeza es una jaula tailandesa donde se suceden selvas de putas azules, niñas ciegas babeando en playas sucias, una herencia de cielos de plomo

que envenena gerberas y caminos,

anzuelos marcados con semen.

miércoles, 8 de octubre de 2014

Eran dragones

Angustia trepando la garganta a martillazos. Angustia atrapada en un relámpago de oro en el cielo de la boca, con las palabras fundiéndose como cuerpos en el horno crematorio. Angustia por las princesas que muerden llorosas en las fiestas,

felices de ignorar

las costuras de mi espalda, guarida de
ladrones y asesinos.

martes, 7 de octubre de 2014

La culpa

Un fango de píxeles mientras baila entre cuerpos jóvenes, hinchados, sudorosos, olvida quién es, flota en el vacío sin saberlo, se entrega al demonio

que crece

dentro de ella.

domingo, 5 de octubre de 2014

Rosario

Mis ojos, mi cara —sarcoma, escarcha, vertederos
detrás de una boca

violentamente capaz

de mentir, estrellarse

en helechos de luz
borracha,

en el hocico sucio
de una cerda en celo—

aún te aman.

sábado, 4 de octubre de 2014

Alcàsser

El infierno es un corazón
que llora en el jardín. Un río
de venas ahoga de luz el camino
hasta el muro y la ciudad
de los monstruos,

golpea la sangre, muerde
sin descanso

el alma de todas las niñas
perdidas.

miércoles, 1 de octubre de 2014

Piedras

Crecí en esta casa. Recé aquí,
en voz baja y un millón de veces,

contra

esta pared húmeda de hambre:

seis años de miedo
esperando el fuego,

la palabra de Dios
hundiéndose
en el lago.

lunes, 29 de septiembre de 2014

Extinción

El olor del cloro descarrilando al sol

o la luz de la máquina, el aliento
del amigo,

el cansancio

de tantos años mudos.

jueves, 25 de septiembre de 2014

El último día

El suelo de la plaza, lleno de granizo, se hunde a cada paso,

los perros lamen mis manos, corren a través de mí,
el naufragio de un millón de amantes

atraviesa mi respiración,

radiografía todo aquello
que no querría ser nunca.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Smolensk

Al mismo tiempo que mi madre, nuestra madre, flota a la deriva en el Pacífico, un tanque aplasta mis caderas,

un diluvio de peces de oro y vapor sueña su muerte, nuestra muerte, como si durmiéramos abrazados por primera y única vez,

coágulos de sal abrasan los párpados de mis hermanos, de luto después de la batalla.

martes, 23 de septiembre de 2014

Celebrar

Sangran gritos en la mesa
—dientes sucios de avaricia, el pellejo
amortajando el terror
y la saliva—

mientras

quien acusa
—carnicero en disfraz sonriente,
plaga entre los muslos
enfermos—

brinda,

con antorchas
y lento vino rojo,

por mi muerte,
nuestra muerte.

lunes, 22 de septiembre de 2014

Juan

Cuidar del cuerpo vencido de mi padre
—ciego, octogenario, perdido
en una nudo de cables eléctricos—
que pregunta

con insistencia, clavándose
en el recto

por los muertos

que miran

desde nuestras fotos de familia.

sábado, 20 de septiembre de 2014

Herencia

El centro del mundo

hirviendo

en las vagas promesas
de felicidad, las fosas sépticas
rebosantes de cometas,

el asco y la selva

en las arterias.

Fe

El cerdo detrás de mí

grita, recoge los huesos,
lame la herida,
ilumina mi frente

con círculos
de lava.

jueves, 18 de septiembre de 2014

Amarras

Elegir el orín y el amor. La única vida real,
a pedradas contra la jauría,

las manchas de humedad,
el hombre agotado,

el futuro

en un infarto cerebral.

viernes, 12 de septiembre de 2014

Demonios, todos

Talan bosques viejos,

desentierran unas horas,

nos estrellan en imágenes
de amor rendido.

Con cruces en el camino, nuestros
hijos e hijas nos invitan

a nuestro propio sacrificio.

martes, 9 de septiembre de 2014

Equidistancia

Una montaña

creciendo oscura
y amarga

dentro de uno, latiendo
fuerte

hasta perder
la guerra.

lunes, 8 de septiembre de 2014

Ritual

Pedir perdón,

apretar el gatillo,

caer en la nieve.

Rezar sobre el cuerpo de hierro,
en la palma de las manos

el plano de la eterna

Tierra del Este.

sábado, 6 de septiembre de 2014

Nevada

Entierro sus despojos
en el yermo.

Luminosa, somnolienta,
transparente: una medusa

en el útero

dibuja ahora
el rostro
de mi madre.

Esclavitud

Mirlo escarba en la tierra,
en el ombligo de la niña que estalla
en llanto púrpura,
eternamente salado.

La piel de los codos, la mañana
de gloria, el olor
a amoníaco. La pausa

y el exilio.

Mirlo aletea en el corazón,
el sufrimiento ante el recorrido
natural

de las muertes.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Adversario

Hay óxido en el fantasma del beso

o de las lenguas. También mareas
de la misma arcilla

dando forma al vientre fértil,

a mi huida, a cómo
repetirla o

arder con ella.

Dormir solo

Una ciudad en ruinas

en la ingle.
 
Eco de todas las hojas
que caen por el frío

detrás de mí.

domingo, 31 de agosto de 2014

Kulmhof

Niños como incendios desnudos
apretándose en la ducha,

reencontrándose, reconociéndose

tras una noche irrespirable
de setenta años

y desiertos.

Peregrina

Pensar en cada golpe estéril
para despertar las turquesas
del sueño.

Un muro donde el héroe se derrama
como se derrama el resto
de hombres tristes

hilvanando
excusas y profundidad abisal.

Mentiras que cosen nuestras vidas,
hubiera dicho.

Alrededor de la sangre y el hueso, envolviendo
la electricidad, la seda mínima,

cada aviso en el clavel
a la deriva, meciéndose
en la nuca.

viernes, 29 de agosto de 2014

Añorar

La pelvis de la esclava como un hogar caliente,

una isla desierta,

las manos de un Dios nido
en la cuneta

o en la sombra.

jueves, 28 de agosto de 2014

Puntualidad

¿Qué me espera en el sexo de mi madre?

Tierra roja o sudor.

Respuestas a lo que ahora soy.

A sus sueños cayendo sobre mí, lluvia fina,
mientras se aleja
camino
de un bosque
de arañazos
en la espalda

que nadie quiere recordar.

Llámalo coño, dice la voz dentro de mí.

Suena a profanación, a lección no aprendida,
a guirnalda de errores
mientras ella y yo, nosotros,
nos hundimos en la tierra

hasta desaparecer
otra vez.

Hallar

Una línea de luz sobre el agua

ahora

abrirá el pecho agitado de la niña enferma
la madre envuelta en fe ciega

el jadeo del padre.

domingo, 24 de agosto de 2014

El mismo naufragio

Vivir para estrellarnos
en la luz
que gime y cae

y en la carne
en el espejo,

en la isla imposible

tras sus pasos.

Péndulo

Se amplifican todas las emociones,
se encharcan

hasta estallar.

Se anudan los silencios
como sogas

en el cuello

que espera

la estampida
del caballo,

el linchamiento.

sábado, 23 de agosto de 2014

Interior

Nunca amar
a nadie

que no sea

un cadáver.

miércoles, 13 de agosto de 2014

Cualquier túnel

Ciervos atrapados en la luz, hipnotizados
por la lluvia de insectos
sobre el cuerpo desnudo

y brillante

de mi hermana

hace cien años.

lunes, 11 de agosto de 2014

Las gamas del negro

Sin oxígeno y con las lágrimas en el precipicio,
las preciosas llamas de nieve
resbalan
desde el esfínter

hacia el desierto.

sábado, 9 de agosto de 2014

Bailarina

Alza los puños y los muerde
hasta enfermar,
las mentiras encienden rosas rojas
en las rodillas

mientras la caza

(las cruces pintadas con esmero
y yodo
en las muñecas).

Queda en ningún lugar, envuelta en sábanas de fósforo,
el arpón vive del parto, el mismo dolor
recorre el laberinto, millones de millones
de langostas esperando

ciclones y verdades.

miércoles, 6 de agosto de 2014

Profanar

La explosión de una estrella sin nombre
—según el cuidadoso vaho
en mi pecho—
ilumina el tumor
que la hembra describe
mientras los truenos
excavan

venas sin luz

en mi sexo
de ahogado

martes, 5 de agosto de 2014

Equilibrista

Con los ojos cerrados y sin máscara,
moviéndome a cámara lenta,

atrapado

dentro de una mujer de setenta años
que no quiere mi saliva.

miércoles, 30 de julio de 2014

Islas

El barro es sabio.

Es voces en arameo
a través de mis dedos.

Es el dolor de la mujer salvaje
alumbrándome.

Es el mapa de la esperanza,
la caverna que nos cobijará.

martes, 22 de julio de 2014

Matrioshka

Gatos siameses que comen de mi carne
semanas después
de haberme abandonado.

Un lecho de hojas secas, gasa y hielo. También humo de madera perfumada.

Recorren el juego de senderos a través del jardín
que nos lleva hasta Persia
a través de las nubes
de metal.

lunes, 21 de julio de 2014

Cobardía

En la fotografía, mi madre, nuestra madre, espera en el umbral, su vida se apaga en flores de hibisco, sus vértebras brillan como explosiones de neón cuando las lamo.

Decir la verdad

Las llamas se elevan hacia las estrellas, el matarife desangra el cielo de Orión sobre la tierra y las cenizas y la piel de los caballos, la mirada perdida, quien baila tiene en su vientre

la semilla del carnero.

domingo, 20 de julio de 2014

Czesława Kwoka